Una persona quiso extraer dinero, pero por un mecanismo externo creado con fines de robo, el plástico fue retenido. Como no realizó la denuncia a tiempo, a fin de evitar otras extracciones, la Justicia sostuvo que actuó con negligencia. La opinión de los especialistas. Ver el fallo completo
Un cajero le retiene la tarjeta, pierde $10.000 y le devuelven la mitad
En un domingo como cualquier otro, se dirigió al cajero automático para retirar dinero. Ingresó la clave y esperó, pero la tarjeta no salió. Luego retornó a su casa sin dar aviso del inconveniente. Más tarde, encendió la computadora y revisó su cuenta bancaria. Para su sorpresa, advirtió que ese día –de acuerdo al sistema- había realizado extracciones por un valor cercano a los 10.000 pesos.
En el banco le informaron que era muy posible que haya sido víctima de un robo de tarjeta. Luego, de varios pedidos extrajudiciales, decidió ir a los tribunales a reclamar por lo que creía propio.
En este caso, los jueces debieron investigar la responsabilidad de cada una de las partes. Por un lado, la del banco prestador del servicio de cajeros automáticos –con el consiguiente deber de seguridad y confianza que debe ofrecer a los usuarios-. Por el otro, el de las personas que utilizan estos servicios, ya que en caso de encontrarse ante alguna dificultad en el uso, deben dar aviso al personal correspondiente lo más pronto posible.
Las partes coincidieron en relatar que el usuario (Raúl Zappettini) concurrió a una sucursal del banco Francés para retirar dinero del cajero automático. Tras insertar la tarjeta Banelco Electrón, ésta le fue retenida pese a haber ingresado en el sistema correctamente su clave personal. Poco tiempo después se retiró sin poder realizar la operación que tenía prevista. Esa misma noche, en la computadora de su casa consultó por internet el saldo de su cuenta bancaria, advirtiendo con sorpresa que se habían efectuado distintas extracciones dinerarias por un total de $ 9.920.
Por tal motivo, se presentó a las oficinas del banco, donde le informaron que, seguramente, había sido víctima de la colocación de un "pescador", esto es, un elemento que puesto en la ranura del cajero automático donde los usuarios ingresan las tarjetas, permite la retención de la misma y su posterior extracción por un tercero.
En primera instancia
El juez condenó al BBVA Banco Francés S.A. al pago de la suma de $1.000 porque “fue probado que el damnificado contrató con la entidad la apertura de una cuenta bancaria, como así también la entrega de una tarjeta Banelco Electrón”.
Y enmarcado el asunto en el ámbito de la responsabilidad contractual, juzgó que "el banco demandado tenía que demostrar que el cliente había actuado con dolo”. Sostuvo que esto último no se había comprobado y que, por el contrario, se había acreditado que el habitáculo donde funcionaba el cajero automático no cerraba adecuadamente.
Sin perjuicio de ello, entendió que la omisión del cliente en hacer una pronta denuncia de lo ocurrido, había permitido dos de las tres extracciones que en perjuicio de él se realizaron el mismo día en otras sucursales. Por ello, encontró responsable al banco demandado, solamente por la primera extracción por un total de $1.000. Sin embargo, no hizo lugar al daño moral, ya que consideró que no estaba probado.
La sentencia absolvió a Banelco S.A. porque no encontró un incumplimiento causal relacionado con el evento.
Quejas de las partes
Tanto el usuario como el banco apelaron la sentencia. El cliente basó su crítica en la contradicción en la que habría incurrido el juez al considerar acreditada, por un lado, la responsabilidad de la entidad por el incumplimiento del deber de seguridad, pero por otro, al considerar que hubo culpa de su parte por no realizar la denuncia correspondiente.
En tanto, el banco se quejó por la culpa que se le atribuye ante el supuesto incumplimiento del deber de seguridad que estaba a su cargo. Es decir, los jueces de la sala D de la Cámara Comercial en el caso “Zappettini, Raúl M. v. Banelco SA" (ver fallo completo provisto por Abeledo Perrot), debieron debatir sobre un tema de atribución de responsabilidades.
Otro punto a tener en cuenta es que aún no estaba vigente la ley 26.361 que trata como consumidores a los clientes de los bancos.
Según Facundo Malaureille Peltzer, del estudio Salvochea & Asociados, “en términos generales, puede decirse que ya antes de la sanción de la ley 26.361, había coincidencia en que estaban comprendidas en el ámbito de la ley 24.240 las operaciones que prestan las entidades bancarias y financieras a sus clientes, tales como la cuenta corriente, las cuentas de ahorro, el uso de tarjetas de débito o crédito y similares, o los distintos servicios de depósitos”.
Por lo que, en lo que respecta al caso, “indudablemente, también quedaba encuadrado en ese marco -y lo está actualmente- el servicio de utilización de cajeros automáticos, que es accesorio de tales otras operaciones bancarias”, concluyó el especialista.
¿Responsabilidad compartida?
Además, los jueces desestimaron los argumentos del consumidor, que había señalado que “no tuvo en cuenta que el día de la extracción fue un domingo, y el siguiente feriado en la Provincia de Entre Ríos, de manera que hizo la denuncia el primer día hábil posterior; porque creía que la tarjeta había quedado retenida en el cajero, sin suponer la posibilidad de su posterior retiro por terceros de manera ilícita”.
Sin embargo, los magistrados señalaron que el Banco Central de la República Argentina establece que “…en los lugares donde se encuentren los cajeros automáticos deberán colocarse en forma bien visible, carteles que indiquen las precauciones que deben adoptar los usuarios del sistema…”. Los peritajes demostraron que el cajero automático en cuestión, sí tenía en su pantalla inicial la recomendada advertencia.
Esto implica que el cliente fue informado adecuadamente sobre la actitud que debía seguir para el caso de retención de la tarjeta por el cajero. Al sufrirla, “debió inmediatamente comunicarse por vía telefónica y hacer la denuncia correspondiente”, indicaron los jueces.
Aunque fuera un domingo y el día siguiente feriado provincial, “en nada impedía cumplir con la denuncia, ya que es público y notorio que los centros de atención telefónica que los bancos tienen para eventos como el indicado funcionan todos los días del año, las veinticuatro horas”, se lee en la sentencia.
De ahí que, si él no hizo la denuncia telefónica de manera inmediata, ello obedeció a su propia conducta que, en el caso, se tradujo en una negligencia culpable. Por ello, entendieron que la omisión en realizar la pertinencia denuncia telefónica, efectivamente facilitó las extracciones dinerarias realizadas.
Por su parte, el usuario cuestiona el hecho de que el sentenciante hubiera desligado de toda responsabilidad a Banelco S.A.
Esta empresa al contestar la demanda sostuvo que es "...sólo una transmisora y teleprocesadora de los datos que las entidades cargan o comunican a su computador central, a fin de llevar a cabo las operaciones que se cursan por la red de cajeros automáticos...". En ese sentido, adujo que "...es ajena a la concreción efectiva o no de tales operaciones, como así de los eventos irregulares que puedan referirse a las mismas y/o a la utilización de los cajeros, los que son atendidos y están a cargo exclusivo de las entidades financieras que los titularizan...".
Esos dichos se comprobaron por medio de pericias, por lo que en esas condiciones, “Banelco S.A. no puede responder por los hechos que se produzcan en cajeros cuya atención y cuidado no están a su exclusivo cargo”, finalizaron los magistrados. Por ello, la condena se elevó a la suma de 5.460 pesos.
Sentencia bajo la lupa
Martín Lepiane, abogado del estudio Pérez Alati, Grondona, Benites, Arntsen & Martínez de Hoz (h) indicó que “es importante tener en cuenta que, si bien se atribuyó a la entidad financiera la responsabilidad por no haber evitado el fraude a través del cajero, se reprochó al cliente la demora en la notificación, lo que contribuyó a agravar el daño”.
Por ello, el experto recomienda “realizar la denuncia de extravío o retención de la tarjeta lo antes posible, dentro de sus posibilidades. Es decir, no es lo mismo haber sido víctima de lesiones en ocasión de un robo y estar hospitalizado que simplemente haber sufrido la retención de la tarjeta sin consecuencia alguna que impida el aviso”. Por ello, se dictó que hubo culpa concurrente por las partes.
En tanto, Malaureille Peltzer, señala que “las entidades responsables deberían preocuparse más por resguardar los derechos de sus clientes-consumidores. Avisos en cartelera o disclaimers on line no son suficientes”, por lo que si “los bancos no advierten eso y no arbitran los medios para detectar estos problemas, podrían sufrir futuros juicios, que los llevará a soportar inconvenientes cada vez mas graves”.
En ese sentido el artículo 52 bis de la nueva Ley de Defensa del Consumidor –que establece que “al proveedor que no cumpla sus obligaciones legales o contractuales con el consumidor, a instancia del damnificado, el juez podrá aplicar una multa civil a favor del consumidor, la que se graduará en función de la gravedad del hecho y demás circunstancias del caso, independientemente de otras indemnizaciones que correspondan”- puede ser gravísimo para las empresas cuando empiece a ser usado por los jueces”, finalizó Malaureille.
Fuente:
http://abogados.infobaeprofesional.com/notas/87539-Un-cajero-le-retiene-la-tarjeta-pierde-10000-y-le-devuelven-la-mitad.html&cookie
Sebastián Albornos
© iProfesional.com
jueves, 17 de septiembre de 2009
Un cajero le retiene la tarjeta, pierde $10.000 y le devuelven la mitad
lunes, 12 de enero de 2009
Dos motochorros le robaron $2.000 a un hombre tras salir del cajero
Cerca de las 0 de hoy, Servat se dirigía hacia su auto luego de retirar dinero cuando fue sorprendido por dos delincuentes en moto que le sustrajeron 2.060 pesos.
El caso fue caratulado como robo agravado y está en manos de la Oficina Fiscal Nº 1.
Fuente: Diario UNO - Mendoza
viernes, 9 de enero de 2009
Alertan sobre maniobras de robo en cajero automático
Un joven quizo retirar dinero de un cajero automático de Pellegrini al 300 y se encontró una particular modalidad de roba llamada "el pescador" que impide que el dinero sea extraído, se trata de una placa de hierro con un pegamento en el cual el dinero queda adherido. El cliente cree que no pudo realizar la operación y los ladrones esperan para quitar la placa de acero y alzarse con lo sustraído.
Fuente: notiexpress - El Diario de Rosariolunes, 5 de enero de 2009
Alertan sobre estafas en los cajeros automáticos
NEUQUÉN (AN).- Durante las vacaciones la gente suele utilizar mucho más las tarjetas de débito y crédito para evitar el riesgo de llevar efectivo en el bolsillo. Pero la delincuencia, que no es lenta ni perezosa, ha desarrollado formas sofisticadas como la utilización de tecnología y hasta ha reinventado el tradicional cuento del tío para vencer esas prevenciones. Con la temporada recién iniciada, los responsables de la División Delitos Económicos de la Policía neuquina explican las distintas modalidades delictivas pescador y "skimming" y brindan consejos para evitar que las vacaciones se transformen en una pesadilla. "Queremos recalcarle a la sociedad algunas cuestiones que hacen a la prevención y al manejo seguro de algunos medios de pago como son las tarjetas de débito y crédito", señaló el oficial Walter Núñez, integrante de Delitos Económicos. En cuanto a las modalidades de robo más utilizadas en cajeros electrónicos, hay dos: el pescador, ya sea de tarjeta o billetes, y el "skimming". (Ver aparte) Pescadores Ésta es la modalidad que más se da en el país y generalmente es utilizada durante los fines de semana en época de pagos y en las vacaciones. La particularidad de esta maniobra es que los delincuentes ingresan al cajero e introducen un dispositivo que captura la tarjeta o el dinero dentro del cajero e impide retirarlo al titular. La más habitual y sencilla es la captura de tarjeta mediante una falsa ranura que impide a la persona operar con el cajero. En ese momento suele aparecer un hombre o una mujer que se ofrece a llamar al 0800 del banco para formular la denuncia. En verdad el llamado lo realizan a un número trucho; del otro lado de la línea un cómplice que simula ser empleado del banco le saca todos los datos a la víctima, inclusive el código de la tarjeta. Para terminar le pide que al siguiente día hábil se acerque a la entidad a retirar el plástico. El delincuente que realizó el llamado se va junto al cliente pero vuelve a los pocos minutos, rescata la tarjeta atrapada con el pescador y con los datos que le pasa el cómplice (número de clave o PIN) la utiliza como si fuera suya. Lo más común es que se retire el monto permitido y se haga una transferencia con el resto de los fondos a una cuenta bancaria abierta con documentación falsa. La víctima se percatará del robo días después. El otro tipo de pescador es el de billetes, que no suele ser tan efectivo aunque los delincuentes se arriesgan igual. Este sistema consiste en introducir una falsa ranura en el expendedor de billetes que se encarga de capturarlos ante la atónita mirada de la persona que siente que el cajero ha realizado la operación de entrega pero el dinero no aparece. Suele suceder, en la mayoría de los casos, que la persona supone que el cajero no tiene más billetes, por lo que se retira. Es ahí que un delincuente ingresa y saca el capturador con el dinero. fuente: Rio Negro Online
lunes, 6 de octubre de 2008
Denuncian la instalación de “pescadores” en cajeros automáticos de la Arístides
Al menos 3 personas fueron hoy víctimas de esta nueva forma de robo. Colocan elementos que bloquean la salida de la plata, la extracción se registra como realizada y, cuando el cliente se va sin poder reclamar, los delincuentes entran y sacan el efectivo.
Esta vez, el blanco fueron las máquinas de bancos ubicados sobre calle Arístides Villanueva. Una de las víctimas, una chica de 28 años, dijo no haber estado al tanto de este modo de operar de los ladrones. Ella simplemente insertó su tarjeta en uno de los cajeros del banco Galicia y, al ver que el dinero no salía y no recibir respuesta del banco, llamó la policía.
Allí, uno de los efectivos de investigaciones descubrió que en la boca de salida del dinero los delincuentes habían puesto el "pescador".
En su denuncia dijo que otras tres personas –un matrimonio y una señora mayor- también habían intentado hacer extracciones pero que no lo habían logrado. Incluso, la mujer había peregrinado por otros 3 bancos de la zona haciendo extracciones de 200 pesos, pensando que el dinero no salía porque los aparatos se habían quedado sin fondos.
Ante la reiteración de este tipo de delitos, la policía recomienda a los usuarios revisar la ranura de expulsión de billetes antes de hacer la extracción, principalmente durante los fines de semana.
Los malvivientes generalmente operan a partir de la madrugada del sábado ya que de esa forma la víctima no puede recibir ayuda de la entidad bancaria ni consultarle por el estado del cajero automático
Fuente: Diario Los Andes
jueves, 25 de septiembre de 2008
Los cajeros automáticos son víctimas del vandalismo
En una nueva recorrida por Zárate, EL DEBATE salió para averiguar por qué los cajeros automáticos se quedan “sin plata tan frecuentemente” y qué vinculación tiene este problema con diferentes hechos vandálicos. Ojo con los pescadores Pocos Cajeros Demasiado viejos Recomendaciones A la hora de tener que ir al cajero automático a retirar efectivo, es bueno tener en cuenta algunas recomendaciones y consejos para su seguridad. Fuente EL DEBATE El Diario de Zarate
Para Elba Beatriz Cobeira, reemplazante de tesorería del Banco Provincia, ubicado en las calles Independencia y Justa Lima, “el tema vandalismo es moneda corriente y especialmente “trabajan” los fines de semana”.
“Los cajeros automáticos de esta sucursal tienen que ser constantemente reparados y el técnico viene todas las semanas siempre por algún problema” señaló la tesorera.
Los episodios de “vandalismo” son variados y adoptan con el paso del tiempo, diferentes formas para despistar.
Esto es porque los delincuentes también necesitan “innovar” a medida que la gente va descubriendo sus trucos y sabe como puede caer en la trampa.
Uno de los hechos vandálicos más frecuentes -contra cajeros automáticos- es lo que en la “jerga bancaria” y del “ampa” se conoce como “los pescadores”.
Este sistema consiste en “un dispositivo casero” que se introduce generalmente en la ranura donde se coloca la tarjeta, para que esta quede retenida y no pueda ser extraída por el usuario al momento de retirarse.
De esta manera -y con el código de seguridad ya introducido por la “víctima”-, los malvivientes se aseguran la posibilidad de poder “extraer” el tope de dinero que la tarjeta permita al momento del robo.
Es necesario tener muy en cuenta que son diversos los materiales -utilizados por los vándalos- como “pescadores” de tarjetas.
Muchas veces usan algún pedacito de placa radiográfica vieja o un plástico duro que actúe como “traba” de la tarjeta, al momento en que uno necesita retirarse del cajero.
Otra de las causas por que los cajeros se quedan sin dinero -por ejemplo en el Banco Provincia- es que “hay solo tres” para atender a un gran sector público.
Es sabido que los empleados de la municipalidad, los docentes y empleados del Poder Judicial (que dependen del la Provincia de Buenos Aires) perciben sus haberes a través de este Banco.
Sucede entonces que cuando las fechas de cobro coinciden, los cajeros no alcanzan a pagar ni la cuarta parte de lo que la gente demanda.
Por otra parte, el público -cada vez más “bancarizado”- prefiere por una cuestión de costos “no tener que pagar comisiones” y realizar las extracciones en los cajeros automáticos del Banco donde posee la cuenta de ahorros.
Si bien los actos de vandalismo existen, también hay que destacar que la mayoría de los cajeros automáticos son demasiados antiguos.
En promedio, todos superan los diez años de uso mientras que tienen que soportar infinidad de operaciones en un solo día.
Por este motivo, y por su uso incorrecto, es que quedan off line (fuera de línea) con mucha frecuencia o tiene que ser reparados por un técnico. Finalmente, la caída del sistema y errores en la base interconectada de cajeros automáticos no es un problema menor a la hora de realizar la “tan deseada extracción de efectivo”.
*No entregue ni diga a nadie su número de identificación personal (PIN o clave de seguridad).
*No tenga nunca -conjuntamente con su tarjeta- escrito su número de PIN o clave personal.
*Recuerde que si su tarjeta es retenida por el cajero automático por algún motivo, este le debe entregar un comprobante de tarjeta retenida.(Esta es una manera de darse cuenta que la tarjeta no ha sido trabada por un “pescador”).
*El mejor horario para realizar una operación es durante la actividad bancaria. El movimiento de gente brinda mayor “seguridad” y si su tarjeta es retenida puede dirigirse a la sucursal.
*Al momento de realizar una extracción fíjese que la puerta del cajero esté cerrada y no esté alguien viéndolo.
*Recuerde planificar con anticipación su “necesidad de efectivo” debido a que el fin de semana probablemente no pueda extraer porque el cajero se quedó sin plata.
viernes, 1 de agosto de 2008
Alerta por "pescadores" en los cajeros automáticos
NEUQUÉN (AN).- Una banda compuesta por seis personas, entre hombres y mujeres, ha comenzado a operar en la provincia aplicando la modalidad de robo de cajeros automáticos conocida como pescadores. Ya se produjeron dos casos el pasado fin de semana y la policía teme que en los próximo días, que son de pago, se agudice el accionar delictivo por lo que salieron a advertir a la población. El subcomisario Oscar Longo del departamento de Delitos Económicos brindó detalles del modus operandi de esta banda que estaría apunto de quedar identificada gracias a las grabaciones de seguridad de los bancos afectados. La vieja técnica del pescador constaba de un sujeto que ponía un objeto que simulaba muy bien el slot de ingreso de la tarjeta y cuando el cliente creía que se había trabado el sistema entraba una mujer que fingía ayudarlo y le hacía introducir la clave varias veces para memorizarla. Después que el hombre se iba resignado la persona sacaba el pescador con la tarjeta y en otro cajero realizaba las extracciones. "A esa modalidad le han hecho una variante que es la que hemos detectado en la región. Se dio un caso en Roca, otro en Cipolletti y dos acá en Neuquén", explicó el subcomisario. La variante mantiene todas las características anteriores nada más que la persona que ingresa a ayudar al cliente, que no entiende porque se trabó su tarjeta, le marca un supuesto número telefónico desde su celular. De esta manera, en vez de darle asistencia pone a la víctima en contacto con un cómplice, que lo atiende del otro lado de línea fingiendo ser la red bancaria. Así, con ensayada actitud de promotor telefónico le solicita distintos datos entre ellos la clave. La frutilla del postre, es la despedida: le dice que vuelva en horario de atención para que se le restituya el plástico. Posteriormente sale el cliente junto a la mujer que fingía dar ayuda y a los pocos minutos ingresa el cómplice que saca el pescador con la tarjeta y en otro cajero aprovecha para realizar extracciones. "Además de las extracciones también realizan compra por débito y hasta suelen abrirse una cuenta bancaria con datos apócrifos donde derivan fondos de la cuenta del cliente birlado", confió Longo. Los delincuentes trabajan en pareja, los hombres introducen los pescadores y las mujeres las que ofrecen ayudar a la persona que acude al cajero ha realizar un operación. De los dos casos registrados en Neuquén uno fue por 2.600 pesos y el otro superaría ampliamente los 1.000 pesos, de acuerdo a lo que confiaron desde la división de delitos económicos. La policía advirtió que en caso de inconvenientes con la tarjeta en el cajero se comuniquen al 101 pues los uniformados del Comando Radioeléctrico han sido capacitados para detectar estos casos. También se recomienda no abandonar el plástico que -al no tener la clave- es inservible para los delincuentes. Fuente: http://www.rionegro.com.ar